él, un corazón en dos, una mirada fugitiva y traviesa, un ser humano inexplicablemente único. Es mi otoño, mi norte y mi sur, mi risa y mi llanto, él me conforma y me desarma, me destruye y me trae ganas de vida.
Me sonríe, o por así decirlo...me siente, me ve y me sonríe. Levanta la mano en forma de saludo y deja ver su sonrisa, una tan...tan diferente y tan complicada, no puedo descifrarla ni siquiera puedo buscar una igual, es solo suya.
Cuando estoy cerca de él, mi mente vuela como una pluma, vaga y solitaria en la oscura brisa de otoño. Ya no es una obsesión, porque no presento síntomas de psicópata, solo que...ya no estoy. Me traslado, me transporto y si...me transformo.
él, un cálido regalo, una grata sorpresa, un único semblante, una pasión especial. Es que cuando él me mira y lo más importante, cuando él me ve, todo mi interior se revuelve y me siento invadida por una brisa que logra ponerme la piel de gallina.
Él, un rey que transforma y conforma, algo que promete y cumple, un deseo y un sueño. Mis lunas y mis estrellas, mis respiros y suspiros, cada latido de mi corazón...él.
Porque prometí amarlo incansablemente, y eso es lo que juro hacer, y aunque el mundo se separe en dos o en infinitas partes y quedemos en diferentes extremos, mi corazón es completamente suyo, y para sacarlo de mi mente, debería arrancarlo, debería dejar de respirar.
Si, hay una canción, una simple melodía que recorre las calles de la ciudad sacando sonrisas y calmando llantos, que trae paz y tranquilidad, esa melodía, única melodía, que nos hace cerrar los ojos, esperando más...
él es una persona que vive y respira por y para los demás, quiere y consigue, busca y encuentra, mira y desea...él, solo se divierte y busca apoyos, quiere ser querido.
Quiero quererte, por favor, si lo estoy haciendo ahora, escondida en un rincón, quiero salir a la luz y demostrarte de una vez por todas y muero y mato por vos. Porque te amo, sin fin y sin comienzo, solo lo hago y me gusta, porque me hace bien y me muestra unos sentimientos tan profundos y verdaderos que solo yo prometo darte.
En otra vida, prometo volverte a ver...
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