Aprendí que la vida no se supera, que la vida se vive, con sus contras y todos los problemas y lágrimas que nos puede causar. Aprendí que nadie es tan capo, que todo genio y superado cae tan bajo que ni siquiera llego a verlo desde mi poca altura. Aprendí, cerca de la tarde, que el sol es un nuevo amanecer y que espera eso...que revivamos, que alegremos al mundo, que seamos el ejemplo más cercano que tenga la humanidad, que Dios nos ama y que recompensa, que la vida sigue...Aprendí a mirar los corazones de los demás desde otra perspectiva, nadie es culpable, somos todos pobres inocentes que lloramos y nos encerramos en una habitación, que dejamos nuestro lado orgulloso a la hora de hablar y venir arrepentido a pedir disculpas. Aprendí que hasta el más estúpido es quien puede mover una familia. Aprendí a vivir agarrada de dos manos, de tres y de muchas más...no estoy sola, gracias Dios mio, no estoy sola, estoy rodeada de gente, que se esconde entre los árboles pero que siempre va a estar para mi, aprendí eso, que nunca me va a faltar una compañía, que cuando haya sombras que quieran opacarme, la luz del amor va a impedirlo, siempre triunfa la verdad. Aprendí que nadie tiene tanto poder como para exigir algo que no existe, que nunca existió y que jamás lo hara: conformate. Aprendí a querer a todos, y a mostrar mis lágrimas dando a entender lo débil que soy y que toda esa coraza que mostraba era solo eso...una imagen, algo que usaba para no ser lastimada, para que nadie pueda darme otro golpe.
Aprendí a querer, y a confiar.
Aprendí a perdonar...
La vida sigue. Aprendí, más que nada, que nos afecta quien nosotros queremos...
No lo dejemos entrar.
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...gracias, era todo lo que necesita escuchar. |
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