viernes, 7 de octubre de 2011

Páginas inconclusas

Cuando descubrí que la vida no era para llorar sino para entender por qué, empecé a cuestionarme varias cosas.
Existe alguien en el mundo que mueve mi cielo y tierra, y que se lleva todo mi corazón con un solo suspiro. Es alguien tan frágil y pequeño que no entiendo aún muy bien como es posible que mi hermana sea la causante de mis lágrimas de felicidad. Cuando nació Isabella descubrí ese mundo mágico en el que ves todo desde otra perspectiva, te subís a un árbol y ves tu alrededor desde esa altura, ves el sol, el cielo, las hojas, sentis la brisa de otoño, sentís frío y tranquilidad, un poco de nostalgia, sentis una llama en tu corazón que te invita a mirar más y más, sentís una necesidad de contemplar, sentis la presencia de ese alguien que esperaste tanto tiempo, yo sentí la presencia de mi hermana. Sentí esa compañía irreversible, que aumenta mi espíritu, la sentí y les puedo asegurar que fue lo más cercano a la felicidad, si es que existe. Bueno, siempre mire para abajo, mire mis pies al caminar, no importaba quien pasaba a mi lado ni tampoco si chocaba contra alguien, solo miraba mis pies, era algo inevitable. No supe el mundo en el que habitaba o quizás si, pero no me atrevía a descubrirlo. Cuando nació mi dulce hermana, creía que el sol y la luna solamente salían para verla sonreír de día y de noche verla dormir como un ángel, que Dios me había iluminado con una hermana de sangre y que llevaba mi apellido, Dios disminuyo mi dolor con un regalo del cielo, con un ángel que vino a mi salvación, como si todas las piezas encajaban como si cada cosa estuviera en su lugar...: No sé si es verdad que todo vuelve, solo se que no todo es odio, ni rencor, que el mundo no lo maneja la furia ni el enojo, que no siempre vuelve todo por donde vino que a veces somos recompensados por nuestros actos y eso es lo que importa, el dolor ajeno ya no nos compete, es un tema al margen. Hoy, soy feliz, gracias Dios. Sin duda alguna es lo mejor que me paso en la vida, no importa mis años ni mi antigüedad, no importa mi experiencia, solo importa lo que siento por mi hermana y todo lo que voy a hacer por ella.
Cuando pensé que mi corazón estaba destrozado y que había pasado por millones de formas diferentes, llegó. Para verme sentir este amor puro e incondicional, esta alegría única y especial, es mi hermana y la amo, la amo con todo mi corazón y la voy a amar por siempre, porque en lo profundo de mi corazón siento que para eso llegué al mundo: para amarla con locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario