Necesito palabras.

Isabella te quiero.
Voy a llorar y voy a encapricharme con algo, voy a sufrir y a mentir tal vez. Son cosas que seguramente las lleve a cabo, pero mi hermana es diferente, mi hermana es un mundo nuevo.
Cuando llore porque me sentía abismada, mientras miraba a Isabella, sonreí por inercia y porque me gustaba pensar en ella mientras mis lágrimas me llenaban las mejillas.
Es una especie de remedio, no la veo cuando estoy mal, pero cuando estoy mal la veo, y eso me re acomoda y vuelve todas las piezas a su lugar. No existe ningún sufrimiento ya en mi mundo, y como lo repito reiteradas veces, ya no es por mi, ni por mi bienestar, es algo...no sé, complicado, ya soy capaz de matar y morir por verla bien a Isabella, y no me importa quien me traicione, quien me hable mal, si me miran mal, si hablan mal de mi, si se ríen de mi sufrir, si no les importo nada...eso ya dejo de importarme un 29 de mayo, cuando por un simple mensaje de texto descubrí que había una vida que iba a sonreír junto a mi.
Desconozco los pensamientos de una beba de cuatro meses, totalmente los desconozco. Pero, quiero que crezca, que me mire y poder decirle: yo soy tu hermana, Isabella, yo. Y que ella me abrase y sentir sus frágiles brazos rodeándome el cuello, y yo llorar...llorar porque la quiero y porque esta conmigo. Porque al parecer tanta espera se transformo en Isabella, y tanto amor guardado en un costado de mi corazón hoy es para ella. Siempre la esperé y siempre la quise, todos conocían en sentimiento de hermandad, todos menos yo, y no es por seguir al resto, es porque necesitaba una compañía, porque tenía demasiado cariño y no sabía muy bien que hacer con el, pero ahora...ahora que la tengo en brazos y la siento, porque escucho su corazón y se que en verdad existe, ahora no quiero dejarla ir. Tengo una vida junto a ella, y eso es lo que me hace vivir con más intensidad, esperar el mañana, esperar un nuevo día con Isabella.
Ahora es un mundo, completamente diferente al mio, ahora ya todo cambia, ya no importa que o quienes, importa ella. Voy a hacer lo que tenga que hacer, se quienes la cuidan pero también sabía quienes me cuidaban y sin embargo...sufrí.

Te amo.

Y sos mis lunas y estrellas, mis cielos y mis amores. Mi hermana y mi mundo, un mundo inexplicablemente mágico y que me mantiene completa y feliz, llena de vos.