jueves, 8 de septiembre de 2011

Un regalo que miente.

Y bueno, no puedo decirle que no a esto, vuelvo a sentirlo, pero con una sola diferencia; ya se como manejarlo.
Un nuevo momento de decepción apareció sin ser llamado, pero a diferencia de las otras veces, en esta ocasión no me rompió el alma en dos.
¿Qué pasa cuando la persona menos indicada para decepcionarte en realidad es la que siempre estuvo llevando a cabo una máscara? ¿Cuando tanto amor se vuelve dañino? Cuando nos resignamos a la decepción.
Estoy bien, vacía, hueca...ya no es ni dolor, ni presión, ni cariño...ya no es nada. No extraño ni imploro su compañía. Eran expresiones pasadas, y ahora si bien no estoy cien por ciento estable, me manejo de la mejor forma posible; adaptándome.
Hace unos días, descubrí que no todo lo que brilla es oro, lamentable, ¿no? llegar hasta este punto. Pero bueno, no va a ser la primera vez que me suceda, y tengo que estar preparada. Tengo el cariño de mi hermana, tengo los amigos que necesito y los que me necesitan a mi, y casi todo lo que tiene que tener un ser humano para sobrevivir. Respiro, es lo importante, ¿no?.
Cuando la realidad me pego un cachetaso creí que ya nunca iba a volver a creer. Y no lo estoy haciendo. Capaz si, capaz no. Pero en este momento, en el que veo más allá de tu apariencia invisible no tengo porque decepcionarme.
Te voy a hablar a vos, así, anónimamente. Se que, seguramente, nunca vayas a leer esto, pero es un peso menos para mí.
Todavía no lo puedo creer, estoy en un estado delicado...en el sentido de que aún no asumo ni acepto como son las cosas del todo. Y trato de taparme con una sonrisa, suena falso y sin nada de sentimientos. Pero es por mi bien y supongo que no voy a querer otro golpe tan ridículo como este.
Luego de tanto años, hace aproximadamente unas pocas horas que descubro tus verdaderos pensamientos, una locura, ¿por qué esperar y alargar tanto? ¿no te pesaba? ¿fue por miedo? tanta falsedad, tan de plástico...
Lo único que me duele en este momento es haber descuidado todos los momentos que pasamos en compañía, riéndonos, y olvidándonos completamente de problemas exteriores. ¿Qué paso? ¿nunca fue así? Cambiaste, te cambiaron, llego otra persona, se fue alguien, estas dolida, queres estar sola, necesitas un abrazo, queres unas buenas palabras, queres una discusión, necesitas adrenalina, estas decepcionada, la vida no te dio lo que esperabas, estas pasando el peor momento, querer cambiar, renovar, me queres fuera de tu vida... ¿qué te pasa? Por el espacio que cupo en tu corazón, por favor, decime que necesitas, no me excluyas, no me quieras correr, no lo hagas sin querer, porque duele. Y mira ahora...empecé hablando sobre el vació y sobre el hueco que tenía sin tristezas ni cariños y ahora llego al dolor...
Si estoy decepcionada, es únicamente, porque sos o eras tan importante para mí, que aún no puedo creer que justamente esas palabras salgan de tu boca.
Que pena. Yo que te quería tanto...
Lo gracioso y penoso es que nunca voy a dejar de quererte, y por eso vengo a pedir ayuda, porque me duele perderte, cada día te pierdo y te siento más y más lejos de mi. No voy a tirar todo por la ventana, pero quiero una respuesta, algo que me diga: Si, seguí adelante que lo que te espera es valioso y vale la pena. Quiero tu confianza. Por favor.

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