Perdón; Perdón por no poder perdonarte, perdón por no dejar tu perdón marcado en mi corazón. Perdón por no escuchar tu perdón, simplemente perdón por no poder perdonarte.
Perdoname. ¿Un perdón? ¿Una palabra? ¿Qué podemos llegar a hacer con una palabra? ¿Sentirnos aliviados?
El dolor no está en las palabras (aunque muchas veces, las palabras causan mucho dolor). El dolor está en nosotros.
Creo que al mundo, no vinimos a hacer las cosas bien. Pienso que la intención es lo que vale, por más de que sea un error, si tu intención es buena, es lo que verdaderamente tiene sentido. No tenemos el poder de perdonar.
Te perdono. ¿Por qué no darle un suspiro de alivio al otro?
En mi caso, creo que el perdón es una palabra con bastantes sentimientos detrás.
- Quiero perdonarte, quiero poder sacar mi rencor, quiero poder tener una alegría a la hora de saber de vos. Pero no puedo, en este momento, no puedo. Ni con todas las palabras del mundo puedo, ni siquiera poder escucharte. Es muy egoista, no quiero de vos, porque me haces mal, pero ¿Y si vos queres de mi? No me importa, no me arriesgo al dolor, no de nuevo. Seré la persona más egoista. Pero, mi corazón tuvo muchos golpes como para tener siquiera una patada más. No quiero, no puedo. ¡Ahora no!
Obviamente el no poder perdonarte, me refleja a mi en situaciones extremas (que gracias a Dios, no llegué a ellas) situaciones, en las que te encontras desesperado, sin refugio, sin una meta, sin una partida. Sin nada, vacío. ¿Asi es como te sentis? En tal caso, perdón te pido yo, perdón por no aceptar tu perdón. Perdón porque mi perdón te pese tanto. Necesito recuperar fuerzas, más adelante, cuando le encuentre un sentido más lógico al perdón, voy a estar lista para escucharte y perdonarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario