jueves, 7 de febrero de 2013

"...cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia."

Algo me decía que tenía que venir a este lugar, que si bien lo puede leer cualquiera: eso ya depende de mí.
Últimamente, Facebook me parece una porquería en muchos sentidos, no solo por ser muy superficial, sino porque ya no le encuentro la parte divertida, y lo único que me trae son malestares. No banco a nadie. Más simple. Después Twitter, que de pasar a ser el único refugio que encontré para explayar mis palabras, terminó en otra página llena de caracteres superficiales. Digo...son tus palabras, no te ven la cara, pero aún así, la gente te critica, y ve en tus oraciones, algo que no sos. Lo sé porque yo también actúo de esa manera: Me dejo llevar por 140 caracteres como si aquello pudiera definir a un ser humano. Es irracional, y ya me parece una pavada, también.
Pero, ahora finalmente, que encontré un lugar personal, me preocupa saber que me puedo llegar a volver muy despreocupada. Ya no me importan demasiado las personas, pero ojo...no lo tomen como lo largué, simplemente con más cuidado. Claro que me importan las personas, y no solo las personas, sino mis familiares, mis amigos, todo aquel ser viviente que respire y me haga bien, me importa. Pero luego están los demás...aquellos que siempre me dejaron pensando más de un minuto y medio, que siempre luego de su presencia me quedo pensando por qué actuarán de esa manera y por qué el público adolescente los alaba tanto. Obviamente no estoy hablando de super estrellas, ni nada por el estilo, eso también ya dejó de importarme, solamente veo como algo irreal a los personajes de mis libros, pero esas personas que todo el mundo llama "ídolos" esas personas...ya no me parecen irreales, son eso: personas.
Me comenzaron a molestar muchas cosas que antes no lo hacía, ni siquiera lo notaba, pero ahora sí. Me parece mal que tenga estas actitudes de mierda, pero no llegan a ser acciones, se quedan en las palabras, pensamientos...
Entiendo que el mundo esté repleto de injusticia, que el mundo ya es injusto de por si, me parece lógico, sin tanta injusticia nunca hubiera existido las rebeliones y no estaríamos todos acá. Pero, sin embargo, eso no se terminó, pero...no es algo que se los tenga que decir yo, aun teniendo dieciséis años llego a sentir todo muy a pecho, muy propio y personal. Eso lo entiendo. Pero. Me siento muy inútil acá adentro. Donde afuera se encuentra el verdadero mundo. Así como lo ves. Hermoso y destructor.
Comienzo por aclarar que no pretendo que alguien me entienda, simplemente estoy aclarando algunas dudas a medida que voy escribiendo. Y solamente tengo en claro que, me molesta mucho más aquello que me molestaba, y que me molesta aun más, que no pueda hacer nada para que me deje de molestar.

A partir de ahora, me parece todo una mierda.
No puedo creer como las personas, con tus mismos huesos y órganos, puedan o mejor dicho, sean capaces de tratarte como una mierda. ¿No somos iguales?
Pero eso es lo que menos me importa, no me interesa ser igual a los demás. ni diferente a ellos, solamente quiero encontrar algo para lo que soy buena y aferrarme a ello. Todavía no lo encontré, pero sí encontré algo que me da una paz infinita y me hace volar por todos los continentes.
Y después me doy cuenta que eso no existe.
ES FICTICIO.
Y luego es cuando me derrumbo de nuevo.
Quiero leer algo que sea cierto, que alimente mi mente con realidades y no con mundos creados por mentes de oro. No, me encanta, sinceramente me encanta todo ese mundo del que no creo que vaya a salir nunca, pero...en este momento, necesito algo más verdadero, más crudo.

Mi hermana Isabella transforma una parte entera de mi Ser.
Aparte de lograr cosas increíbles en mí, me transforma.
Con ella soy feliz siempre, aun cuando se me acalambran los brazos por llevarla a upa por tanto tiempo.
En esos momentos me importa un carajo mi físico, mi mente, y todo relacionado a mí. Es ella.
Si me tengo que levantar de la cama luego de haberme acostado, lo hago, y no lo dice mi mente, ni mis ganas, es algo que me sale demasiado natural. Y eso me hace feliz.
Estoy enojada con todos porque algunos se quejan, otros se alegran, otros se odian, otros se aman, otros ni se conocen, pero al fin y al cabo, siempre todos encontramos nuestros propios problemas, que son productos de nuestra mente, por supuesto.
Pero Isabella.
Es increíble.



No sé de donde salí con este tema, pero siempre es un descanso para mi mente, lo juro.
Pensar en ella, y pensar que ahora me siento sola, y nuevamente pensar en ella...me llena de un sentimiento tan gratificador que a veces duele.


Y me importará una mierda los dolores.
Una mierda los gobernantes.
Los críticos ficticios.

Más mierda para los pobres de espíritu.
Mierda para los enfermos mentalmente repletos de maldad y desquicia pura.
Los inhumanos.


Pregunteme algún día si conozco el destino a estas conclusiones. Tal vez me encuentre en una oficina, odiando el día que nací, tal vez en un trabajo repleto de paz (desconozco), tal vez con la familia, la nueva, la mía. O tal vez, me encuentre en el mismo lugar que ahora.
Ojala no.
Ojala haya avanzado.
Ojala a medida que pasan los años logre comprender.
Ojala entienda qué quiero ser en la vida: Si una planta, o una persona con palabras. 


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