Combatirlo, es la única manera.

Se que nadie me impide llorar, ni que mis lágrimas tiene una justificación. Pero, ¿Qué tipo de justificación estoy pidiendo? Cuando tengo quince años a flor de piel, viviendo la mejor etapa de la vida, sintiendo un amo raro y complicado. No puedo pedir más de lo que tengo, porque se que tengo todo lo que pedí.
No quiero lo mismo de siempre, no quiero volver a esos tiempos, solo quiero cambiar un poco mi forma de pensar y descubrir otros puntos de vista. Pase por todo tipo de emociones en mi vida, si…en mis quince años pude haber sentido de todo, se más que nadie que me falta vivir más de la mitad de mi vida, pero no entra al caso.
Voy a descubrir, y voy a llorar en los aires, recordando como llegué hasta ese lugar.
Hoy, al tener una pizca de sueño y los ojos hinchados de tanto llorar, puedo decirme a mi misma que todo va a estar bien. No tengo el papel de ángel guardián de nadie, ni tampoco tengo la verdad en la palma de la mano, mi sabiduría salió de los libros y de los pocos años experimentados, no puedo pedirle a alguien que de negro cuando su color natural es blanco, es totalmente incoherente, pero más incoherente se vuelve la idea de saber que yo no puedo lidiar con eso. No lo soporto.
No soporto a nadie, no soporto las mentiras, ni la traición, no soporto la falsedad y los gritos, tampoco soporto la presión ni el compromiso. No es lo que quiero para mi vida, pero si es una necesidad sacar todos esos sentimientos de mi vida tendré que primero afrontarlos.
Me molesta soberanamente tener que leer lo que escribí en la anteúltima entrada. Tanto enojo e ira innecesarios. No necesitaba poner tantas palabras con odio y enojo, simplemente por una escena ridícula sabiendo yo más que nadie que detrás de todo eso hay amor, del bueno… Estoy molesta conmigo misma por eso, capaz borre la entrada, yo no soy así, y nada ni nadie me va a convertir en algo que no soy, pero tanto amor te puede jugar en contra.
Tengo una laguna en mi mente, que me abre a nuevas ideas y caminos. Haciéndome reflexionar más a menudo borrando todo rastro de dolor de mis pensamientos.

No quiero más dolor, pero no existe, no puedo pedir algo que con todo el dolor de mi alma se que no es posible. Trato de sacar fuerzas inexistentes, de plástico, hasta que las verdaderas se renueven y me vuelva con ánimos. No soy una mala persona, y mi estadía en el mundo depende de eso.
No quiero más mentiras, pero como dije anteriormente, para sacármelas de en sima, primero tendré que lidiar 

con todas ellas, haciendo sangran nuevamente mi corazón.

No hay nada que no pueda hacer.