Hola, ayer fue navidad. O mejor dicho, todavía nos quedan cuarenta minutos de navidad, y la verdad es que sin quererlo fue una navidad triste, y más que felicidad, me daban ganas de llorar...muchas.
Éste año no hubo muchos colores, no hubo música, y tampoco hubo demasiada comida, básicamente fue una cena más, no me parece mal, sinceramente el significado de la navidad es muy relativo, y siempre es demasiado superficial. Pero de todas formas, ésta navidad fue triste.
El árbolito no tuvo muchos regalos, en sí, el arbolito no es grande, me comieron los mosquitos, tampoco había mucha gente en la calle, y nadie me dijo "te quiero", o sí, pero nadie que realmente lo sintiera.
Los regalos no tienen nada que ver, simplemente es la nostalgia de que exista gente que tenga la posibilidad de un árbol lleno, y otros que ni siquiera puedan tener el símbolo navideño en su casa, porque tal vez ni siquiera tengan casa.
Las luces no brillaban del todo, los cohetes no sonaban tan fuerte, la luna no se veía del todo, y los abrazos...tal vez demasiado débiles.
Mi hermana fue feliz, de eso no lo dudo, ella tuvo su porcentaje de alegría en su navidad, pero sé que no del todo. Quién sabe si fue el sueño, quién si fue una consecuencia de la situación, pero seguramente fue.
Isabella, hermana:
Isabella tu inocencia es la que me entristece, no sabes qué es lo que pasa, pero sin querer sentirlo, percibis todo, y lo haces excelente, y también sin quererlo, mi reina, tenes tus actitudes consecuentes.
Isabella tu media sonrisa es la que me pone triste, me gustaría que puedas abrazar a mucha gente, que pudieras abrir muchos regalos, que papá tenga mucha comida con la que retarte, me gustaría, reina.
Isabella, a veces el mundo es demasiado incomprensible, no entiendo mucho, no sé todavía con quién enojarme y si hacerlo con alguien, no sé a quien mirar mal, y a quién darle una palmada en la espalda. Si nadie me trata mal, ¿por qué hacerlo? ¿por qué tengo que ser abogada de dios y del diablo?
Isabella, verle los ojos triste y la mirada cansada a papá me partió el alma en dos, escucharle la voz quebrada pero sin querer demostrarlo, camuflado entre gritos y nervios y enojo, pero yo lo escuché.
Papá y mamá sufren, Isabella, seguramente lo sepas, porque vos inconscientemente también sufris. Una vez más me voy triste, cruzando los dedos de que duermas demasiado fuerte porque tal vez así no puedas escuchar peleas, porque papá y mamá sufren, e Isabella, ¿sabes que pasa? sufrimos todos.
Ayer mientras escuchaba a mamá, la miraba, caminar con las manos llenas de bolsas y en la espalda tu monopatin, me enojé mucho con papá, me enojé porque tal vez él no la miraba como yo, y no la escuchaba como yo, y porque tal vez, Isa, él no veía como yo la veía sufrir, y entre tanto murmullo, escuché a mamá ponerse triste, sin quebrarse, ya resignada, y me puse triste, pero sobre todo me enojé con papá.
¿Y sabes que pasó? Hoy lo vi a papá cansado y triste, hoy no lo escuché a papá reírse mucho. Papá perdió su alegría, lo sé. Pero tal vez seguía un poco enojada. Sin embargo, lo vi acostado en el sillón mientras todos estábamos disfrutando una tarde de pileta, con un simple ventilador de compañía, y me puse triste, una vez más, pero ésta vez con papá. Pero Isabella, ¿sabes que fue lo más me dolió? Ver a papá refregarse los ojos, cansado, enojado, triste, muy triste Isabella. Papá tiene tanto, y ahora quedó tan solo, no sé qué es lo que se merece, no sé que es lo que tendría que tener, seguramente tenga su culpa en todo ésto. Pero ver a papá triste, me puso más triste aún. Y ahora me muerdo la lengua para no llorar, porque estoy triste, porque mi familia cada vez está más dividida, porque nunca tuve algo muy especial Isabella, pero quisiera que tengas aunque sea un cuarto de lo que tuve yo. Y vos no lo tenes. Y por eso estoy tan triste.
Isabella no nos grites más, no le grites a mamá, no la mandes a mamá, no te fastidies, no tengas miedo, no llores, no digas que el amor no existe, mirame a mí, mirame Isabella, ¿llegarás a sentir lo que siento por vos? Mirame mimi, soy yo, tu hermana, y te amo como puedo. El amor sí existe Isi, existe y porque existe duele tanto, es algo que todavía no logré entender, pero cuando lo entienda prometo explicartelo.
Isabella ojalá todo se camufle en Papa Noel, ojalá pudieras tener una mesa llena de gente que te mime, ojalá pudieras tirar muchos cohetes sin que te de miedo, ojalá la abuela no llore, porque la madrina la hace llorar, ojalá la madrina crezca, ojalá mamá ceda, ojalá papá acepte, ojalá todos entendamos...
Nos quedan veinte minutos de navidad ahora. Feliz vida, mi amor, prometo que toda ésta tormenta no te va a afectar en nada, y si así lo hiciera voy a estar recogiendo cada pedacito tuyo para devolverlo a su lugar, porque ni vos ni nadie lo merece, no tenes porque ser una víctima.
Perdón por lo poco que hago. Ojalá pudiera amarte más fuerte.
Tu hermana.

viernes, 25 de diciembre de 2015
martes, 3 de noviembre de 2015
punto menos
Así que es así como se siente.
Me duele te juro que me duele, y también llora mi corazón, pero dejame, las tengo que largar...por algún lado las tengo que largar. Y hoy decidí hacerlas palabras.
Es inexplicable el vacío que puedo llegar a sentir por como veo algo que amo alejarse realmente, ¿qué puedo hacer? dos segundos atrás moría llena del enojo que sentía, y ahora no puedo dejar de llorar, pero no entiendo, no entiendo cuál es el sentimiento que prevalece.
No sé si cambié como me dijeron, si ya no pienso igual, si ya no siento lo mismo, pero entonces ¿por qué me duele tanto?
Me da bronca que no tenga ni tiempo para enojarme que enseguida tengo que ponerme a llorar, necesito enojarme tranquila sin que la otra persona de enoje de igual manera y yo, sensible, enseguida me ponga mal, dame tiempo para enojarme, también tengo ese derecho por favor.
Ya sé, siempre soy yo.
Siempre buscando, siempre volviendo a tu corazón, a tu pobre corazón.
Pienso que estamos al borde, al borde de un cielo sin sol.
Y yo...sigo con vos. Sabes, se hace difícil seguir anclado aquí sin tu amor. Ya sé, siempre soy yo. Anda, siempre buscando, siempre volviendo a tu corazón, a tu pobre corazón.
No sé que hacer, no sé por qué cosa llorar, lo único que sé es que estoy triste, que no tengo ganas para nada, que no encuentro incentivo para absolutamente nada, y que duele...no sabes cuánto.
Hasta perdí la gracia para escribir, ¿algo bien me va a salir éste año?
Me duele te juro que me duele, y también llora mi corazón, pero dejame, las tengo que largar...por algún lado las tengo que largar. Y hoy decidí hacerlas palabras.
Es inexplicable el vacío que puedo llegar a sentir por como veo algo que amo alejarse realmente, ¿qué puedo hacer? dos segundos atrás moría llena del enojo que sentía, y ahora no puedo dejar de llorar, pero no entiendo, no entiendo cuál es el sentimiento que prevalece.
No sé si cambié como me dijeron, si ya no pienso igual, si ya no siento lo mismo, pero entonces ¿por qué me duele tanto?
Me da bronca que no tenga ni tiempo para enojarme que enseguida tengo que ponerme a llorar, necesito enojarme tranquila sin que la otra persona de enoje de igual manera y yo, sensible, enseguida me ponga mal, dame tiempo para enojarme, también tengo ese derecho por favor.
Ya sé, siempre soy yo.
Siempre buscando, siempre volviendo a tu corazón, a tu pobre corazón.
Pienso que estamos al borde, al borde de un cielo sin sol.
Y yo...sigo con vos. Sabes, se hace difícil seguir anclado aquí sin tu amor. Ya sé, siempre soy yo. Anda, siempre buscando, siempre volviendo a tu corazón, a tu pobre corazón.
No sé que hacer, no sé por qué cosa llorar, lo único que sé es que estoy triste, que no tengo ganas para nada, que no encuentro incentivo para absolutamente nada, y que duele...no sabes cuánto.
Hasta perdí la gracia para escribir, ¿algo bien me va a salir éste año?
lunes, 12 de octubre de 2015
esa llave es mi amor
Les vengo a contar, la historia de un mal, que tan bello fue que sin embargo no supe caer.
Y hoy estoy aquí, tumbado a sus pies, mirando como mueren aquellas cosas, en las que solía creer.
Jamás entendí como me enamoré, pero sin darme cuenta mi alma entregué, y aunque tarde lo supe ver, sabía que era aquel, a quien toda mujer alguna vez, deseaba conocer.
Ella era su gustito amargo, su perfume a cigarrillo, su sonrisa cómplice, y todo aquel brillo
que un día me cautivó, sin embargo también me arrebató, aquella independencia que tanto me costó,
para volverme una víctima más de su abrazos y ¡qué más! mi querido amigo, ya era tarde, no lo podía controlar, cuando no quise darme cuenta, ella a mi lado está.
Cómo no volverme a enamorar, y a su cantito alentar, si tan preciosa era que ni siquiera era de ella todo ese resplandor.
Señores les juro que mi canto no es triste, ella huyó ¡y viste!que podes hacer, cuando tan enamorado estás lo unico que queda es ceder.
Jamás entendí como me enamoré, pero sin darme cuenta mi alma entregué, y aunque tarde lo supe ver, sabía que era aquel, a quien toda mujer alguna vez, deseaba conocer.
Ella era su gustito amargo, su perfume a cigarrillo, su sonrisa cómplice, y todo aquel brillo
que un día me cautivó, sin embargo también me arrebató, aquella independencia que tanto me costó,
para volverme una víctima más de su abrazos y ¡qué más! mi querido amigo, ya era tarde, no lo podía controlar, cuando no quise darme cuenta, ella a mi lado está.
Cómo no volverme a enamorar, y a su cantito alentar, si tan preciosa era que ni siquiera era de ella todo ese resplandor.
Señores les juro que mi canto no es triste, ella huyó ¡y viste!que podes hacer, cuando tan enamorado estás lo unico que queda es ceder.
Nadie puede vivir sin amor, me gritó fito una noche en capital
domingo, 4 de octubre de 2015
El que dice de más y hace de menos
Todavía no quiero pensar mal de la gente, sé que en el fondo nadie tiene malas intenciones, pero, ¿hasta dónde confiar? y ¿hasta donde apostar?
Tengo 18 años, tendría que tener en la cabeza otras cuestiones, supongo, no éstas, pero creo que no hay edad para pensar, y hoy tuve ganas de pensar.
Otra vez la desilusión tocó mi puerta y me sorprendió, trayéndome lágrimas y disgustos, como siempre bah, pero ésta vez mi postura fue distinta.
Con lágrimas en los ojos, y después de una siesta consuelo, me levanté con ganas de querer remediar ese error que fue no haber estudiado con la suficiencia necesaria, pero obviamente ya era tarde, la suerte no estuvo de mi lado y perdí en ésta lotería. Pero lo que más me llamó la atención fue la sensación que sentí, no al descubrir que ya no podía volver el tiempo atrás, sino al sentir un vacío en el pecho bastante fuerte, diría. Me sentía sola.
Sola en todos los aspectos, en el haberme despertado sola y en medio de tanta oscuridad, en gritar el nombre de alguien en mi cabeza y que no esté, en el necesitar y que tampoco esté, y sobretodo en tratar de encontrar consuelo y compañía en alguien, pero tampoco lo encontré.
Voy a cambiar mis dichos, SÍ encontré consuelo, toqué las puertas de varias personas pidiendo ayuda, gritándoles ayuda, mostrandoles mis lágrimas, mis dolores y mis sentimientos. Pero, ese apoyo lo busqué.
Y cómo también busqué ese apoyo y lo encontré, a su vez, busqué compañía, quería un abrazo, sentirme acompañada, sentirme una persona querida. Quería que alguien me dijera que todo iba a estar bien y entre sus brazos hundirme en tanta desilusión. No lo pude encontrar.
Lo voy a contar, porque siento que lo necesito.
Hace bastante tiempo, donde compartía algunos tiempitos de amor con alguien, recuerdo algo que todavía no puedo sacar de mi cabeza:
"Bueno...pero nada dura para siempre jajaja"
Y a la par de eso, también recordé algo que me está ocupando pensamientos en el presente:
"No se llora más de una semana"
Sé que es algo dramático pensar lo que pienso, e inclusive exagerado, pero ¿nadie apuesta por mi? ¿Será que soy tan poco para las personas? Nadie apuesta un futuro conmigo, y nadie sufre mi ausencia. ¿Seré yo?
Quisiera entender porque dependo tanto anímicamente de otra persona, y de porque siempre espero a que me pasen cosas que me hagan pensar para decidirme a hacerlo. ¿Por qué no pensar cuando estás feliz?
Siento que esos segundillos en los que sos feliz con otra persona te ciegan la cabeza y el corazón, y solamente te dedicas a ser feliz, y te olvidas de todo aquello que tenias pendiente para pensar.
No sé que estoy buscando en una persona, no pretendo encontrar a alguien que esté a plena disposición mía y que solamente viva para mis problemas. Necesito sentirme acompañada, sentirme querida, sentirme necesitada, no sé si será mucho.
Y no sé si lo encontré del todo, siento que siempre algo falta para el peso, PERO me consuelo diciendo que nunca nada ni nadie es perfecto, y eso se llama conformismo.
Soy muy feliz, no me hacen feliz, sino que soy feliz al lado de una persona. Pero por qué no admitir también que en ciertos casos me siento un poco sola. Nunca me gusta hablar de lo que me falta para estar al cien por cien porque siempre me dicen "te acordas siempre de lo malo" y no quiero que sea así, al contrario, quiero agradecer lo que tengo, pero a la vez pedir más. Tal vez lo que estoy pensando lo hago solamente porque me sentí sola el día de ayer cuando tenía la desilusión todavía en el cuerpo y necesitaba el apoyo de ese alguien, el cual no obtuve fisicamente, pero no por culpa de él, sino porque...no me pueden priorizar siempre, no pueden cumplirme todos los caprichos, eso creo.
Pero también pienso, ¿por qué no? porque siempre conformarnos porque pensamos que no puede haber algo mejor? no sé que tanto de razón tengo, lo único que sé es que el conformismo es notable. Y basta
Quiero priorizarme a mí en lugar de todo, y yo creo que ya lo hago, lo que me da bronca eso sí, es que al priorizarme, también lo priorizo a él, porque me hace feliz, me hace feliz estar con esa persona, y sin embargo, tal vez no lo encuentro en igual medida de su parte.
Veremos como sigue, espero que los momentos de felicidad amor y gloria no me siguen, y quiero pensar siempre con la cabeza, y amar con el corazón, pero jamás olvidarme de pensar.
¿Y sobre qué decirme a mi?
Nada, sabes que la confianza que no te tenes vos, te tengo yo, que sería básicamente la misma persona. Pero te lo tenes que empezar a creer, no busques en los demás el consuelo que tenes vos dentro, tenes que aprender a mirar un poquito con los ojos del alma y dejar de abrir whatsapp para dejar de llorar. Éstas cosas te marcan, no pienses que estás maldecida ni nada por el estilo, vos más que nadie crees que el humano tiene mucha fuerza con la mente, y vos la estás usando negativamente. Pensá para arriba, y mira siempre para adelante, que si las cosas no llegasen a ir bien, igualmente tu perseverancia marcará tu corazón y tu historia, y siempre es cuestión de suerte, pero también es algo de...lo que vos ya sabes, seguir a pesar de todo. A pesar de todo.
Siempre antes que nadie y que todo, estás vos.
Pensá. Y pensá en vos. Acordate de ésto.
Tengo 18 años, tendría que tener en la cabeza otras cuestiones, supongo, no éstas, pero creo que no hay edad para pensar, y hoy tuve ganas de pensar.
Otra vez la desilusión tocó mi puerta y me sorprendió, trayéndome lágrimas y disgustos, como siempre bah, pero ésta vez mi postura fue distinta.
Con lágrimas en los ojos, y después de una siesta consuelo, me levanté con ganas de querer remediar ese error que fue no haber estudiado con la suficiencia necesaria, pero obviamente ya era tarde, la suerte no estuvo de mi lado y perdí en ésta lotería. Pero lo que más me llamó la atención fue la sensación que sentí, no al descubrir que ya no podía volver el tiempo atrás, sino al sentir un vacío en el pecho bastante fuerte, diría. Me sentía sola.
Sola en todos los aspectos, en el haberme despertado sola y en medio de tanta oscuridad, en gritar el nombre de alguien en mi cabeza y que no esté, en el necesitar y que tampoco esté, y sobretodo en tratar de encontrar consuelo y compañía en alguien, pero tampoco lo encontré.
Voy a cambiar mis dichos, SÍ encontré consuelo, toqué las puertas de varias personas pidiendo ayuda, gritándoles ayuda, mostrandoles mis lágrimas, mis dolores y mis sentimientos. Pero, ese apoyo lo busqué.
Y cómo también busqué ese apoyo y lo encontré, a su vez, busqué compañía, quería un abrazo, sentirme acompañada, sentirme una persona querida. Quería que alguien me dijera que todo iba a estar bien y entre sus brazos hundirme en tanta desilusión. No lo pude encontrar.
Lo voy a contar, porque siento que lo necesito.
Hace bastante tiempo, donde compartía algunos tiempitos de amor con alguien, recuerdo algo que todavía no puedo sacar de mi cabeza:
"Bueno...pero nada dura para siempre jajaja"
Y a la par de eso, también recordé algo que me está ocupando pensamientos en el presente:
"No se llora más de una semana"
Sé que es algo dramático pensar lo que pienso, e inclusive exagerado, pero ¿nadie apuesta por mi? ¿Será que soy tan poco para las personas? Nadie apuesta un futuro conmigo, y nadie sufre mi ausencia. ¿Seré yo?
Quisiera entender porque dependo tanto anímicamente de otra persona, y de porque siempre espero a que me pasen cosas que me hagan pensar para decidirme a hacerlo. ¿Por qué no pensar cuando estás feliz?
Siento que esos segundillos en los que sos feliz con otra persona te ciegan la cabeza y el corazón, y solamente te dedicas a ser feliz, y te olvidas de todo aquello que tenias pendiente para pensar.
No sé que estoy buscando en una persona, no pretendo encontrar a alguien que esté a plena disposición mía y que solamente viva para mis problemas. Necesito sentirme acompañada, sentirme querida, sentirme necesitada, no sé si será mucho.
Y no sé si lo encontré del todo, siento que siempre algo falta para el peso, PERO me consuelo diciendo que nunca nada ni nadie es perfecto, y eso se llama conformismo.
Soy muy feliz, no me hacen feliz, sino que soy feliz al lado de una persona. Pero por qué no admitir también que en ciertos casos me siento un poco sola. Nunca me gusta hablar de lo que me falta para estar al cien por cien porque siempre me dicen "te acordas siempre de lo malo" y no quiero que sea así, al contrario, quiero agradecer lo que tengo, pero a la vez pedir más. Tal vez lo que estoy pensando lo hago solamente porque me sentí sola el día de ayer cuando tenía la desilusión todavía en el cuerpo y necesitaba el apoyo de ese alguien, el cual no obtuve fisicamente, pero no por culpa de él, sino porque...no me pueden priorizar siempre, no pueden cumplirme todos los caprichos, eso creo.
Pero también pienso, ¿por qué no? porque siempre conformarnos porque pensamos que no puede haber algo mejor? no sé que tanto de razón tengo, lo único que sé es que el conformismo es notable. Y basta
Quiero priorizarme a mí en lugar de todo, y yo creo que ya lo hago, lo que me da bronca eso sí, es que al priorizarme, también lo priorizo a él, porque me hace feliz, me hace feliz estar con esa persona, y sin embargo, tal vez no lo encuentro en igual medida de su parte.
Veremos como sigue, espero que los momentos de felicidad amor y gloria no me siguen, y quiero pensar siempre con la cabeza, y amar con el corazón, pero jamás olvidarme de pensar.
¿Y sobre qué decirme a mi?
Nada, sabes que la confianza que no te tenes vos, te tengo yo, que sería básicamente la misma persona. Pero te lo tenes que empezar a creer, no busques en los demás el consuelo que tenes vos dentro, tenes que aprender a mirar un poquito con los ojos del alma y dejar de abrir whatsapp para dejar de llorar. Éstas cosas te marcan, no pienses que estás maldecida ni nada por el estilo, vos más que nadie crees que el humano tiene mucha fuerza con la mente, y vos la estás usando negativamente. Pensá para arriba, y mira siempre para adelante, que si las cosas no llegasen a ir bien, igualmente tu perseverancia marcará tu corazón y tu historia, y siempre es cuestión de suerte, pero también es algo de...lo que vos ya sabes, seguir a pesar de todo. A pesar de todo.
Siempre antes que nadie y que todo, estás vos.
Pensá. Y pensá en vos. Acordate de ésto.
martes, 28 de julio de 2015
El hermano de Bati.
Bati era un niño con mucho espíritu de niño, ¿sabes a lo que me refiero? me entendes, Bati era un niño, y hacía lo que un niño bueno...lo que un niño hace.
Bati tenía un hermano, muy grande, con manos muy anchas y con dedos largos, ojos chinos y corría muy rápido. No conocí al hermano de Bati, pero por lo que él me contó, era un hermano, y era mayor, y no nos olvidemos el detalle que corría rápido, eso es muy importante.
No sé cuando nos empezamos a centrar en el hermano de Bati que en el mismo Bati, lo que tenemos que saber es que la relación entre hermanos era muy inocente, y lo que entendemos por inocencia es aquello que te imaginas, jugar a la pelota, a veces a la play, a veces pelear, a veces hacer enojar a mamá, a veces ser cómplices de un par de líos, a veces ser hermanos, y a veces ser.
Bati me sonreía cuando me contaba que estaba esperando al hermano para jugar a la pelota con sus vecinos. Siempre lo veía sentado en la puerta de su casa con una remera roja y azul, short con una raya blanca no muy blanca al costado, medias de distinto par, botines, y la pelota en mano. ¿Te mencioné que Bati era un niño con mucho espíritu de niño? Es importante saberlo.
Bati corría muy rápido, y una vez hasta casi me hace tirar la bolsa de los mandados. Entusiasmado me gritó desde lejos que estaba corriendo al hermano y que tenía que alcanzarlo sino iba a perder. Bati era un niño al que no le gustaba perder. Y eso lo supe cuando, por primera vez lo vi llorar; admito que fue muy difícil comprender sus palabras entre lágrimas, mocos y llanto, pero aún así logré captar su tristeza, un tal Lucas le había ganado a las peleitas, y no sólo eso, sino que le había robado un Batman del tamaño de un caracol, pero lo más triste de eso es que ese Batman era del hermano de Bati. ¿Por cuál de todas esas cosas llorabas, Bati?
Conocí las manos anchas con dedos largos del hermano de Bati porque una tarde, como siempre, lo vi a Bati sentado en la puerta de su casa, pero está vez sin botines, sin pelota y sin medias de distinto par. No estaba esperando al hermano para jugar a la pelota. Bati estaba enojado. Me acerqué por curiosidad y descubrí que su hermano, su hermano mayor, muy grande, con ojos chinos y que corría rápido le había pegado. Pero Bati no estaba triste, tenía esos ojitos color miel llenos de lágrimas, pero sé que Bati no iba a llorar. Porque Bati no estaba triste. Bati estaba enojado. Enojado con su hermano mayor, muy grande, con ojos chinos y que corría rápido. El relato que me contó fue muy corto, no quise insistir, supe que no había sido muy grave, en definitiva, no estaba lastimado, pero Bati me confesó algo que no me esperaba: "Estoy enojado porque mi hermano tiene manos anchas y dedos largos entonces me puede pegar más fuerte". Le dejé un chupetin en sus piernas, y me fui, sin contestarle, porque sé que no quisiera escuchar una respuesta cargada de ternura. Quería respetar su enojo.
Año nuevo. Cómo olvidar ese treinta y uno de diciembre a las nueve y media de la noche cuando Bati tocó el timbre de mi casa, agitado de tanta risa acumulada. "¿Qué pasa, Bati? ¿Estás bien?". Y la verdad que Bati estaba muy bien, me contó que estaba jugando a las escondidas con el hermano y los primos y necesitaba un lugar donde esconderse. Encantada por tal inocencia, lo invité a pasar, y comimos postre, pero éste postre no era cualquiera postre, sino que era flan con crema, ¿lo importante?: "es el postre favorito de mi hermano". Su sonrisa se iluminó tanto que tuve que guardarle el resto del flan y el resto de la crema en una hoya para que pueda llevársela contento al hermano, sin importar el destino de las escondidas, seguramente sabrás, que Bati no ganó.
Y fue así como fui conociendo al hermano de Bati por el mismísimo Bati.
Me llevé una sorpresa cuando me enteré por la kioskera de la esquina que el hermano de Bati no era tan grande ni tan mayor como él lo suponía. Era solo un año mayor que Bati. Pero claro, aún seguía siendo mayor, y aún seguía teniendo manos anchas con dedos largos.
Lo que sigue es muy triste. No supe más de Bati. No lo veía en la puerta de la casa sentado esperando para jugar a la pelota, ni triste, ni enojado. Bati no esperaba más en la puerta de la casa. Bati creció, y ya no necesitaba esperar a nadie, ahora él iba solito, ahora él tenía manos anchas con dedos largos y corría muy rápido y le ganaba a los más niños. Bati ya no era más el niño con mucho espíritu de niño. Y eso lo comprobé yo misma. La última vez que hablé con Bati estaba comprando medio kilo de milanesas de carne para cocinarse, porque la mamá no estaba (lo supe porque se lo estaba contando a Juan, el carnicero). Bati me reconoció, si, y me saludó, pero ya no vi aquel brillo en los ojitos color miel que me demostraban su enojo, su tristeza o su entusiasmo. Solamente vi a un Bati de, ¿quince, catorce años? Sí.
Y se lo pregunté, se lo pregunté porque me intrigaba mucho, pero a penas terminé la pregunta supe que me había equivocado. Hubiera sido mejor quedarme callada a ver esos ojitos llenos de decepción que me dieron un golpe enorme al alma. Y hasta me asusté. Me asusté por aquel niño con mucho espíritu de niño.
"¿Y tu hermano?"
Bati de quince años me miró y bajó la mirada: "Está en mi casa, pero no habló más con mi hermano."
Pude captar enseguida el grado de decepción que había en su voz, un porcentaje de amargura, y muchos centésimos de tristeza.
Perdón Bati, perdón por haberte amargado ese medio kilo de milanesas de carne, perdón por haberte traído una pesadez al corazón.
Siempre me pregunté si el flan con crema seguiría siendo el postre favorito del hermano de Bati, y si alguna vez pudieron recuperar aquel Batman del tamaño de un caracol. No sé como terminaron esas escondidas, y tampoco sé si Bati pudo alcanzar corriendo al hermano. No lo sé y creo que jamás lo voy a saber.
No hablé más con Bati. Bati y su familia eran mis vecinos. Nunca conocí al hermano de Bati en persona. Son todos detalles que tal vez en otras circunstancias son importantes.
Ahora veo a un Bati de 17 años caminando de noche, con una capucha negra, mochila azul y manos en los bolsillos. Siempre me pregunté qué había pasado con el hermano de Bati. No sólo yo, sé que el niño con mucho espíritu de niño también se lo está preguntando.
Nunca me voy a olvidar el brillo en los ojos de Bati cuando me hablaba del hermano. Eran muchos sentimientos acumulados en un frasquito de niño. Y hoy, ese brillo se desvaneció, aunque sé, que en el fondo de ese caparazón de 17 años está el niño con mucho espíritu de niño que amaba a su hermano mayor, muy grande, con manos anchas, dedos largos, ojos chinos y que corría rápido...muy rápido.
Corré más rápido Bati. Seguramente lo alcances.
Bati tenía un hermano, muy grande, con manos muy anchas y con dedos largos, ojos chinos y corría muy rápido. No conocí al hermano de Bati, pero por lo que él me contó, era un hermano, y era mayor, y no nos olvidemos el detalle que corría rápido, eso es muy importante.
No sé cuando nos empezamos a centrar en el hermano de Bati que en el mismo Bati, lo que tenemos que saber es que la relación entre hermanos era muy inocente, y lo que entendemos por inocencia es aquello que te imaginas, jugar a la pelota, a veces a la play, a veces pelear, a veces hacer enojar a mamá, a veces ser cómplices de un par de líos, a veces ser hermanos, y a veces ser.
Bati me sonreía cuando me contaba que estaba esperando al hermano para jugar a la pelota con sus vecinos. Siempre lo veía sentado en la puerta de su casa con una remera roja y azul, short con una raya blanca no muy blanca al costado, medias de distinto par, botines, y la pelota en mano. ¿Te mencioné que Bati era un niño con mucho espíritu de niño? Es importante saberlo.
Bati corría muy rápido, y una vez hasta casi me hace tirar la bolsa de los mandados. Entusiasmado me gritó desde lejos que estaba corriendo al hermano y que tenía que alcanzarlo sino iba a perder. Bati era un niño al que no le gustaba perder. Y eso lo supe cuando, por primera vez lo vi llorar; admito que fue muy difícil comprender sus palabras entre lágrimas, mocos y llanto, pero aún así logré captar su tristeza, un tal Lucas le había ganado a las peleitas, y no sólo eso, sino que le había robado un Batman del tamaño de un caracol, pero lo más triste de eso es que ese Batman era del hermano de Bati. ¿Por cuál de todas esas cosas llorabas, Bati?
Conocí las manos anchas con dedos largos del hermano de Bati porque una tarde, como siempre, lo vi a Bati sentado en la puerta de su casa, pero está vez sin botines, sin pelota y sin medias de distinto par. No estaba esperando al hermano para jugar a la pelota. Bati estaba enojado. Me acerqué por curiosidad y descubrí que su hermano, su hermano mayor, muy grande, con ojos chinos y que corría rápido le había pegado. Pero Bati no estaba triste, tenía esos ojitos color miel llenos de lágrimas, pero sé que Bati no iba a llorar. Porque Bati no estaba triste. Bati estaba enojado. Enojado con su hermano mayor, muy grande, con ojos chinos y que corría rápido. El relato que me contó fue muy corto, no quise insistir, supe que no había sido muy grave, en definitiva, no estaba lastimado, pero Bati me confesó algo que no me esperaba: "Estoy enojado porque mi hermano tiene manos anchas y dedos largos entonces me puede pegar más fuerte". Le dejé un chupetin en sus piernas, y me fui, sin contestarle, porque sé que no quisiera escuchar una respuesta cargada de ternura. Quería respetar su enojo.
Año nuevo. Cómo olvidar ese treinta y uno de diciembre a las nueve y media de la noche cuando Bati tocó el timbre de mi casa, agitado de tanta risa acumulada. "¿Qué pasa, Bati? ¿Estás bien?". Y la verdad que Bati estaba muy bien, me contó que estaba jugando a las escondidas con el hermano y los primos y necesitaba un lugar donde esconderse. Encantada por tal inocencia, lo invité a pasar, y comimos postre, pero éste postre no era cualquiera postre, sino que era flan con crema, ¿lo importante?: "es el postre favorito de mi hermano". Su sonrisa se iluminó tanto que tuve que guardarle el resto del flan y el resto de la crema en una hoya para que pueda llevársela contento al hermano, sin importar el destino de las escondidas, seguramente sabrás, que Bati no ganó.
Y fue así como fui conociendo al hermano de Bati por el mismísimo Bati.
Me llevé una sorpresa cuando me enteré por la kioskera de la esquina que el hermano de Bati no era tan grande ni tan mayor como él lo suponía. Era solo un año mayor que Bati. Pero claro, aún seguía siendo mayor, y aún seguía teniendo manos anchas con dedos largos.
Lo que sigue es muy triste. No supe más de Bati. No lo veía en la puerta de la casa sentado esperando para jugar a la pelota, ni triste, ni enojado. Bati no esperaba más en la puerta de la casa. Bati creció, y ya no necesitaba esperar a nadie, ahora él iba solito, ahora él tenía manos anchas con dedos largos y corría muy rápido y le ganaba a los más niños. Bati ya no era más el niño con mucho espíritu de niño. Y eso lo comprobé yo misma. La última vez que hablé con Bati estaba comprando medio kilo de milanesas de carne para cocinarse, porque la mamá no estaba (lo supe porque se lo estaba contando a Juan, el carnicero). Bati me reconoció, si, y me saludó, pero ya no vi aquel brillo en los ojitos color miel que me demostraban su enojo, su tristeza o su entusiasmo. Solamente vi a un Bati de, ¿quince, catorce años? Sí.
Y se lo pregunté, se lo pregunté porque me intrigaba mucho, pero a penas terminé la pregunta supe que me había equivocado. Hubiera sido mejor quedarme callada a ver esos ojitos llenos de decepción que me dieron un golpe enorme al alma. Y hasta me asusté. Me asusté por aquel niño con mucho espíritu de niño.
"¿Y tu hermano?"
Bati de quince años me miró y bajó la mirada: "Está en mi casa, pero no habló más con mi hermano."
Pude captar enseguida el grado de decepción que había en su voz, un porcentaje de amargura, y muchos centésimos de tristeza.
Perdón Bati, perdón por haberte amargado ese medio kilo de milanesas de carne, perdón por haberte traído una pesadez al corazón.
Siempre me pregunté si el flan con crema seguiría siendo el postre favorito del hermano de Bati, y si alguna vez pudieron recuperar aquel Batman del tamaño de un caracol. No sé como terminaron esas escondidas, y tampoco sé si Bati pudo alcanzar corriendo al hermano. No lo sé y creo que jamás lo voy a saber.
No hablé más con Bati. Bati y su familia eran mis vecinos. Nunca conocí al hermano de Bati en persona. Son todos detalles que tal vez en otras circunstancias son importantes.
Ahora veo a un Bati de 17 años caminando de noche, con una capucha negra, mochila azul y manos en los bolsillos. Siempre me pregunté qué había pasado con el hermano de Bati. No sólo yo, sé que el niño con mucho espíritu de niño también se lo está preguntando.
Nunca me voy a olvidar el brillo en los ojos de Bati cuando me hablaba del hermano. Eran muchos sentimientos acumulados en un frasquito de niño. Y hoy, ese brillo se desvaneció, aunque sé, que en el fondo de ese caparazón de 17 años está el niño con mucho espíritu de niño que amaba a su hermano mayor, muy grande, con manos anchas, dedos largos, ojos chinos y que corría rápido...muy rápido.
Corré más rápido Bati. Seguramente lo alcances.
domingo, 26 de julio de 2015
Hasta el centro de la tierra
¿Sabes lo que es sentir protección?
Me encanta abrazarlo, es tan reconfortante sentir dos brazos que denotan tanto con solo rodearte.
Me encanta acariciarle el pelo y acomodarle el flequillo.
Me encanta escucharlo cantar y tocar la guitarra, pero más me encanta verlo feliz, y sé que eso lo hace feliz, y por eso me encanta.
Me encanta escucharlo reír, aún así sea riéndose de mí.
Me encanta escucharlo hablar, defendiendo su postura, por muy cabeza dura que sea.
Me encanta verlo en familia, abrazando a la mamá, riéndose con las hermanas, jugando con las sobrinas, hablar con el hermano...
Me encanta cuando me abraza por la espalda a la noche y siento su respiración en el oído.
Me encanta verlo estudiar y hacer la tarea.
Me encanta escucharlo cantar en la ducha, escuchando la mega inclusive cuando tiene que ir al baño.
Me encanta verlo no elegir que ponerse.
Me encanta cuando me cocina y me hace sus ensaladas con dos kilos de sal.
Me encanta cuando me pelea, cosa muy seguida, me encanta sí, porque sé que después se viene un seguro "mentira mi amor linda" y un beso.
Me encanta escucharlo hablar de las cosas que ama, hablar de su banda favorita, de su equipo de fútbol, de su mama.
Me encanta inventarle apodos, desde el momento que lo conocí como "Maxe" hasta lo más innovador y actual "Recepsionisto Vir".
Me encanta cuando viene Lauri, nunca la llamamos eh, pero siempre viene, y me encanta, buena pibi.
Me encanta aprender al lado de él, ni siquiera él sabe la cantidad de cosas que puede enseñar, y sin embargo a su lado aprendí y sigo aprendiendo mucho.
Me encanta equivocarme a su lado, porque sé que gracias a eso voy a aprender, voy a mejorar y siempre se puede estar un poco mejor.
Me encanta escucharlo hablar siempre, de todo lo que se te ocurra, contando todo lo que te imagines.
Me encanta su humildad, su real humildad, así como también me encanta su modestia y sencillez.
Me encanta verlo entre amigos.
Me encanta tocarle la panza y la espalda.
Me encanta la capacidad de poder hablar de lo que quiera con él.
Me encanta la luz que emana, la seguridad que provoca y la protección que brinda.
Pero sobre todo, ¿sabes que me encanta? Me encanta quererlo como lo quiero, me encanta haber apostado por él, haber parado dos segundos y no tomar una decisión precipitada, sólo porque en el fondo sabía que valía la pena estar con él.
Es raro, pero en un mundo donde nada vale la pena porque no se conoce el valor de las cosas ni las personas, el amor que le siento es una de las pocas certezas que puedo garantizar, él sabrá cual es la otra...claro, mi hermana.
Y porque hoy lo quiero es que estoy apta para decir que vale la pena, o mejor dicho, no vale la pena, vale la alegría.
Y aunque tuve muchos ataques de incertidumbre, desde el momento cero supe que valía la pena, ¿Cómo lo sabía? ¿Hablé antes de la seguridad que te provoca? bueno, esa seguridad que todos quieren en una relación, él me la da desde el momento que lo escuché cantar en Woodstock.
Nada es perfecto, sé más que nadie que nuestra relación no es perfecta, pero no estoy en el mundo para buscar la perfección de nada, sino que con ese desastre que tenemos, aportar cada uno su mierda, y enamorarnos de esa mierda, una mierda que me haga bien, que me haga reír y amar cada día un poquito más, pero como es mierda, también lloramos, lloramos un poco porque somos trágicos, el ser humano nació llorando, eso nos dice mucho y a la vez nada. No quiero descalificar nada con la etiqueta "mierda", simplemente estoy afirmando que nadie tiene un gramo de perfección, que nacimos para mandarnos cagadas, pero que con lo peor que tenemos, hacemos lo que más amamos. Y en este caso, apostaría más mierda de mi parte, más cemento para solidificar la base que formamos, por la simple razón que vale la pena pisar cualquier piso hecho de mierda agarrada de la mano de él.
Deseo este sentimiento de seguridad al amar a una persona como lo estoy sintiendo yo, porque se los puedo asegurar, nunca sentí esto antes.
Me pasaría horas hablando de él, y de lo buena persona que es, pero jamás mis palabras les harían honor a quien realmente es. Sepanlo conocer.
Te amo Max, porque sos vos a quién quiero, sos vos quien me brinda el hombro, sos vos con el que me río, sos vos con el que me enojo, sos vos con quien aprendo, sos vos de quien estoy enamorada, y sos vos, y me encanta que seas vos.
Siempre a tu lado, siempre juntos o siempre separados, pero a tu lado incondicional.
Hasta el centro de la tierra.
Me encanta abrazarlo, es tan reconfortante sentir dos brazos que denotan tanto con solo rodearte.
Me encanta acariciarle el pelo y acomodarle el flequillo.
Me encanta escucharlo cantar y tocar la guitarra, pero más me encanta verlo feliz, y sé que eso lo hace feliz, y por eso me encanta.
Me encanta escucharlo reír, aún así sea riéndose de mí.
Me encanta escucharlo hablar, defendiendo su postura, por muy cabeza dura que sea.
Me encanta verlo en familia, abrazando a la mamá, riéndose con las hermanas, jugando con las sobrinas, hablar con el hermano...
Me encanta cuando me abraza por la espalda a la noche y siento su respiración en el oído.
Me encanta verlo estudiar y hacer la tarea.
Me encanta escucharlo cantar en la ducha, escuchando la mega inclusive cuando tiene que ir al baño.
Me encanta verlo no elegir que ponerse.
Me encanta cuando me cocina y me hace sus ensaladas con dos kilos de sal.
Me encanta cuando me pelea, cosa muy seguida, me encanta sí, porque sé que después se viene un seguro "mentira mi amor linda" y un beso.
Me encanta escucharlo hablar de las cosas que ama, hablar de su banda favorita, de su equipo de fútbol, de su mama.
Me encanta inventarle apodos, desde el momento que lo conocí como "Maxe" hasta lo más innovador y actual "Recepsionisto Vir".
Me encanta cuando viene Lauri, nunca la llamamos eh, pero siempre viene, y me encanta, buena pibi.
Me encanta aprender al lado de él, ni siquiera él sabe la cantidad de cosas que puede enseñar, y sin embargo a su lado aprendí y sigo aprendiendo mucho.
Me encanta equivocarme a su lado, porque sé que gracias a eso voy a aprender, voy a mejorar y siempre se puede estar un poco mejor.
Me encanta escucharlo hablar siempre, de todo lo que se te ocurra, contando todo lo que te imagines.
Me encanta su humildad, su real humildad, así como también me encanta su modestia y sencillez.
Me encanta verlo entre amigos.
Me encanta tocarle la panza y la espalda.
Me encanta la capacidad de poder hablar de lo que quiera con él.
Me encanta la luz que emana, la seguridad que provoca y la protección que brinda.
Pero sobre todo, ¿sabes que me encanta? Me encanta quererlo como lo quiero, me encanta haber apostado por él, haber parado dos segundos y no tomar una decisión precipitada, sólo porque en el fondo sabía que valía la pena estar con él.
Es raro, pero en un mundo donde nada vale la pena porque no se conoce el valor de las cosas ni las personas, el amor que le siento es una de las pocas certezas que puedo garantizar, él sabrá cual es la otra...claro, mi hermana.
Y porque hoy lo quiero es que estoy apta para decir que vale la pena, o mejor dicho, no vale la pena, vale la alegría.
Y aunque tuve muchos ataques de incertidumbre, desde el momento cero supe que valía la pena, ¿Cómo lo sabía? ¿Hablé antes de la seguridad que te provoca? bueno, esa seguridad que todos quieren en una relación, él me la da desde el momento que lo escuché cantar en Woodstock.
Nada es perfecto, sé más que nadie que nuestra relación no es perfecta, pero no estoy en el mundo para buscar la perfección de nada, sino que con ese desastre que tenemos, aportar cada uno su mierda, y enamorarnos de esa mierda, una mierda que me haga bien, que me haga reír y amar cada día un poquito más, pero como es mierda, también lloramos, lloramos un poco porque somos trágicos, el ser humano nació llorando, eso nos dice mucho y a la vez nada. No quiero descalificar nada con la etiqueta "mierda", simplemente estoy afirmando que nadie tiene un gramo de perfección, que nacimos para mandarnos cagadas, pero que con lo peor que tenemos, hacemos lo que más amamos. Y en este caso, apostaría más mierda de mi parte, más cemento para solidificar la base que formamos, por la simple razón que vale la pena pisar cualquier piso hecho de mierda agarrada de la mano de él.
Deseo este sentimiento de seguridad al amar a una persona como lo estoy sintiendo yo, porque se los puedo asegurar, nunca sentí esto antes.
Me pasaría horas hablando de él, y de lo buena persona que es, pero jamás mis palabras les harían honor a quien realmente es. Sepanlo conocer.
Te amo Max, porque sos vos a quién quiero, sos vos quien me brinda el hombro, sos vos con el que me río, sos vos con el que me enojo, sos vos con quien aprendo, sos vos de quien estoy enamorada, y sos vos, y me encanta que seas vos.
Siempre a tu lado, siempre juntos o siempre separados, pero a tu lado incondicional.
Hasta el centro de la tierra.
martes, 14 de julio de 2015
vacío
El tiempo tiene voz.
El tiempo tiene ganas dr hablar.
El tiempo está siendo paciente.
Y sobre todo, el tiempo no perdona...espero que no te arrepientas.
Melanie Belen Santa Cruz.
Sin sentido, sólo un nombre.
Cada vez menos persona.
Cada vez menos ganas.
Exagerar es solamente para débiles, las cosas por el nombre de las cosas. Y hoy, hoy soy menos Melanie que ayer (cada vez un poquito menos).
El tiempo tiene ganas dr hablar.
El tiempo está siendo paciente.
Y sobre todo, el tiempo no perdona...espero que no te arrepientas.
Melanie Belen Santa Cruz.
Sin sentido, sólo un nombre.
Cada vez menos persona.
Cada vez menos ganas.
Exagerar es solamente para débiles, las cosas por el nombre de las cosas. Y hoy, hoy soy menos Melanie que ayer (cada vez un poquito menos).
jueves, 2 de julio de 2015
Recordatorio semanal (extended version)
Te deseo paz
Confesiones en presente:
No te olvides de cocinarme los fideos verdes que me encantan, y ponele mucha salsa por favor, y dejá de hacerme puchero leli que no me gusta. Te confieso que me apuro a tomar la sopa porque pienso que el lelu me esta jugando una carrera de haber quien se la toma más rápido, también siempre tengo la esperanza de que en el galpón haya algo mágico. Me encanta bajar y subir la escalera del patio, aunque me retes. Perdón por hacerte abrirme la puerta corriendo porque me estaba haciendo pis, pero en serio no llegaba eh. No compres más esa "ser" de naranja que es horrible, leli, compra la de pomelo, aunque bueno, ya sabes que siempre mezclo tu terma con seven up y no sé como me puede gustar. Siempre te reviso el ropero y leo las cosas que guardas y siento como que descubrí algo re importante y eran cartitas de feliz cumpleaños. Cuando duermen la siesta con el lelu siempre cierro la puerta de la cocina, tengo miedo. Che deja de hacerle pasar el trapo al pobre lelu todos los mediodias. Me siento abajo del árbol de ciruelas y me siento en una película, siempre pensé que en ese patio había un tesoro. Espío el patio del vecino a ver si pasa algo interesante y nunca nada, aunque tenían pileta. Que no me entere que me dejaban ganar en la escoba de 15 con el lelu porque me voy a enojar. Me pruebo tus anteojos y tus vestidos cuando no me ves, perdón. Siempre me echas la culpa a mí de que viene mucha cuenta de teléfono y sólo llamo a mamá...creo. Me regalaste una plantita diciéndome que era mía y que la cuide, pero no le daba mucha bola aunque sí me daba ternura. Cuando tengo ganas de comer algo, y abro la heladera siempre hay membrillo y me fastidio. La leche con chocolate águila que me haces es LA MEJOR, tomarla ahora en invierno me va a venir bien, Leli, compra mucho chocolate. Siempre es un tema prender la estufa de tu casa eh, por eso dejabas la hornalla prendida, aunque un día nos vamos a prender fuego así. Lo mismo pasa en verano, con el ventilador, que pensas que se va a caer y no me dejas prenderlo fuerte Me retas cuando te reviso los cajones y te desacomodo todo, pero ya al final aprendí a hacerlo sin que te des cuenta. A veces intento hacer eso que hacía mamá los domingos, ¿te acordas? que se tiraba abajo de la mesa a mirar la tele, pero me retas porque el piso está frío. Perdón que insista tanto en revisar los cajones pero es que tenías tantas cosas que cuando me aburría siempre encontraba algo para revisar, o chusmear, y así fue como encontré los pañuelos que uso ahora. Abrir tu cómoda y encontrar caramelos siempre me pone de buen humor, y al lelu le encantan los caramelos media hora, aunque la gente los odie, me hizo quererlos. Leerte los prospectos de los medicamentos era aburridísimo, como ayudarte a tender las sábanas. Te enojas mucho cuando te corto el mantel de la mesa, perdón no sé por qué, estaba aburrida. Tus amigas eran más amigas mías que tuyas, las veces que te acompañé a rezar el rosario era porque me gustaba la casa de tu amiga y siempre me daba caramelos. Siempre se levantaba primero el lelu que vos de la siesta, y a mí me gusta porque así no estoy sola. Acompañarte a comprar es terrible, tres horas fácil con vos. Y por último, "vos sos la bebé de la abuela", me daba risa verte diciéndome eso desde chica hasta los 18 años, siempre voy a ser el bebé de la abuela. Lo último que me preguntaste fue "de quién sos vos?" "de mi abuela" te contesté. Vieja loca, te fuiste y nunca me dijiste dónde me escondías el control de la tele para que duerma.
La vida es muy incierta, Leli, eso lo sabes, había muchas cosas que no entendía había otras tantas que creía entender, y sigo sin darme cuenta de muchas otras, pero entendí gran parte de la vida cuando vi a mi mamá acunándote en la camilla ayudándote, "ayudándote a morir". Qué cosa más loca.
Me di cuenta que el morir es muy relativo, pero me entraron más dudas sobre cuando realmente se muere, ¿qué es lo que garantiza la muerte? ¿la muerte física? ¿cuando se para el corazón? ¿esa es la muerte?. Creo que vos tenías mucho miedo, vieja, ¿sabes por qué? porque sos humana, y tenías miedo, y me sorprendió que la muerte haya sido un acto de amor tan grande como el tuyo con mamá, vos llorando, pidiendo por el lelu, y mamá acunándote como si fueras un bebé, diciéndote que te quedes tranquilita, que vayan juntas.
Sinceramente vos no moriste, ¿te diste cuenta la cantidad de recuerdos que recaudé? son eternos, son millones, cierro los ojos y se me vienen momentos, imagenes, fotos, es una cosa increíble la memoria. Tal vez no recuerde con exactitud, tal vez no memorice tal cual, pero juro recordar tu voz, recordar la voz del lelu tan clara...sus olores. Extraño mucho a mi abuelo, leli, ¿qué puedo hacer? el se fue cuando yo era muy chica, cuando entendía menos que ahora, no comprendí todo lo que significaba hasta hace un tiempo, cuando éstos recuerdos tan nítidos se hicieron presentes, por favor decile que lo quiero con todo el corazón, que tengo muchas ganas de abrazarlo, que lo amo y que es un ejemplo de ser humano.
Tengo una imagen en mi cabeza, que es una imagen eh, no recuerdo ni qué pasó antes, ni qué pasó después, solamente es una simple imagen. Primaria, parroquial santa maria, cuando el lelu me iba a buscar al colegio, me esperaba en una esquinita, con su boina, con su gorrito, y su saquito, sus manitos en el bolsillo. ¿Te acordas de las manos del lelu? tenía uñas largas, dedos largos y grandes manos, tal vez no eran así, leli, pero yo en ese momento era más chica, seguramente lo veía con otros ojos. Jamás te pudiste aprender el nombre de mi perro eh, le decías Rinti. Trato de buscar y encontrar en mi memoria la voz del lelu, pero solo me encuentro con su risa. Enormes personas, enormes abuelos, eran gigantes, no lo supe entender, no lo supe ver, lo veo ahora que recuerdo esos momentos. Ojalá hayan sabido siempre cuánto los quería.
Se fueron ambos, pero me dejaron a Isabella, gracias por no dejarme sola, gracias por ver reflejado su amor en mi hermana.
Te quiero vieja, buen viaje por favor no hagas mucho quilombo, no hinches mucho las pelotas, decile al lelu cuando lo amo y cuanto me gustaría tener un abrazo más de él.
Gracias por tal amor y por tal inmensidad.
Confesiones en presente:
No te olvides de cocinarme los fideos verdes que me encantan, y ponele mucha salsa por favor, y dejá de hacerme puchero leli que no me gusta. Te confieso que me apuro a tomar la sopa porque pienso que el lelu me esta jugando una carrera de haber quien se la toma más rápido, también siempre tengo la esperanza de que en el galpón haya algo mágico. Me encanta bajar y subir la escalera del patio, aunque me retes. Perdón por hacerte abrirme la puerta corriendo porque me estaba haciendo pis, pero en serio no llegaba eh. No compres más esa "ser" de naranja que es horrible, leli, compra la de pomelo, aunque bueno, ya sabes que siempre mezclo tu terma con seven up y no sé como me puede gustar. Siempre te reviso el ropero y leo las cosas que guardas y siento como que descubrí algo re importante y eran cartitas de feliz cumpleaños. Cuando duermen la siesta con el lelu siempre cierro la puerta de la cocina, tengo miedo. Che deja de hacerle pasar el trapo al pobre lelu todos los mediodias. Me siento abajo del árbol de ciruelas y me siento en una película, siempre pensé que en ese patio había un tesoro. Espío el patio del vecino a ver si pasa algo interesante y nunca nada, aunque tenían pileta. Que no me entere que me dejaban ganar en la escoba de 15 con el lelu porque me voy a enojar. Me pruebo tus anteojos y tus vestidos cuando no me ves, perdón. Siempre me echas la culpa a mí de que viene mucha cuenta de teléfono y sólo llamo a mamá...creo. Me regalaste una plantita diciéndome que era mía y que la cuide, pero no le daba mucha bola aunque sí me daba ternura. Cuando tengo ganas de comer algo, y abro la heladera siempre hay membrillo y me fastidio. La leche con chocolate águila que me haces es LA MEJOR, tomarla ahora en invierno me va a venir bien, Leli, compra mucho chocolate. Siempre es un tema prender la estufa de tu casa eh, por eso dejabas la hornalla prendida, aunque un día nos vamos a prender fuego así. Lo mismo pasa en verano, con el ventilador, que pensas que se va a caer y no me dejas prenderlo fuerte Me retas cuando te reviso los cajones y te desacomodo todo, pero ya al final aprendí a hacerlo sin que te des cuenta. A veces intento hacer eso que hacía mamá los domingos, ¿te acordas? que se tiraba abajo de la mesa a mirar la tele, pero me retas porque el piso está frío. Perdón que insista tanto en revisar los cajones pero es que tenías tantas cosas que cuando me aburría siempre encontraba algo para revisar, o chusmear, y así fue como encontré los pañuelos que uso ahora. Abrir tu cómoda y encontrar caramelos siempre me pone de buen humor, y al lelu le encantan los caramelos media hora, aunque la gente los odie, me hizo quererlos. Leerte los prospectos de los medicamentos era aburridísimo, como ayudarte a tender las sábanas. Te enojas mucho cuando te corto el mantel de la mesa, perdón no sé por qué, estaba aburrida. Tus amigas eran más amigas mías que tuyas, las veces que te acompañé a rezar el rosario era porque me gustaba la casa de tu amiga y siempre me daba caramelos. Siempre se levantaba primero el lelu que vos de la siesta, y a mí me gusta porque así no estoy sola. Acompañarte a comprar es terrible, tres horas fácil con vos. Y por último, "vos sos la bebé de la abuela", me daba risa verte diciéndome eso desde chica hasta los 18 años, siempre voy a ser el bebé de la abuela. Lo último que me preguntaste fue "de quién sos vos?" "de mi abuela" te contesté. Vieja loca, te fuiste y nunca me dijiste dónde me escondías el control de la tele para que duerma.
La vida es muy incierta, Leli, eso lo sabes, había muchas cosas que no entendía había otras tantas que creía entender, y sigo sin darme cuenta de muchas otras, pero entendí gran parte de la vida cuando vi a mi mamá acunándote en la camilla ayudándote, "ayudándote a morir". Qué cosa más loca.
Me di cuenta que el morir es muy relativo, pero me entraron más dudas sobre cuando realmente se muere, ¿qué es lo que garantiza la muerte? ¿la muerte física? ¿cuando se para el corazón? ¿esa es la muerte?. Creo que vos tenías mucho miedo, vieja, ¿sabes por qué? porque sos humana, y tenías miedo, y me sorprendió que la muerte haya sido un acto de amor tan grande como el tuyo con mamá, vos llorando, pidiendo por el lelu, y mamá acunándote como si fueras un bebé, diciéndote que te quedes tranquilita, que vayan juntas.
Sinceramente vos no moriste, ¿te diste cuenta la cantidad de recuerdos que recaudé? son eternos, son millones, cierro los ojos y se me vienen momentos, imagenes, fotos, es una cosa increíble la memoria. Tal vez no recuerde con exactitud, tal vez no memorice tal cual, pero juro recordar tu voz, recordar la voz del lelu tan clara...sus olores. Extraño mucho a mi abuelo, leli, ¿qué puedo hacer? el se fue cuando yo era muy chica, cuando entendía menos que ahora, no comprendí todo lo que significaba hasta hace un tiempo, cuando éstos recuerdos tan nítidos se hicieron presentes, por favor decile que lo quiero con todo el corazón, que tengo muchas ganas de abrazarlo, que lo amo y que es un ejemplo de ser humano.
Tengo una imagen en mi cabeza, que es una imagen eh, no recuerdo ni qué pasó antes, ni qué pasó después, solamente es una simple imagen. Primaria, parroquial santa maria, cuando el lelu me iba a buscar al colegio, me esperaba en una esquinita, con su boina, con su gorrito, y su saquito, sus manitos en el bolsillo. ¿Te acordas de las manos del lelu? tenía uñas largas, dedos largos y grandes manos, tal vez no eran así, leli, pero yo en ese momento era más chica, seguramente lo veía con otros ojos. Jamás te pudiste aprender el nombre de mi perro eh, le decías Rinti. Trato de buscar y encontrar en mi memoria la voz del lelu, pero solo me encuentro con su risa. Enormes personas, enormes abuelos, eran gigantes, no lo supe entender, no lo supe ver, lo veo ahora que recuerdo esos momentos. Ojalá hayan sabido siempre cuánto los quería.
Se fueron ambos, pero me dejaron a Isabella, gracias por no dejarme sola, gracias por ver reflejado su amor en mi hermana.
Te quiero vieja, buen viaje por favor no hagas mucho quilombo, no hinches mucho las pelotas, decile al lelu cuando lo amo y cuanto me gustaría tener un abrazo más de él.
Gracias por tal amor y por tal inmensidad.
jueves, 25 de junio de 2015
si. no.
Nunca vamos a terminar de conocer a las personas. Pero hoy no vengo a charlar sobre una postura resentida, ni enojada, ni influenciada por sentimientos. Si no que siento, que realmente es muy difícil determinar conductas en la gente, y conocer sus sentimientos y calificar sus acciones. ¿Con qué vara juzgamos?
Y hoy más que nunca siento que el problema y su causal siempre va a ser el mismo, no puedo entender a la gente, no me gustan sus conductas, a veces si a veces no, lindo feo, bueno malo, unas veces todo bien, otras veces todo mal, que se yo, no entiendo. Y me enoja, me enoja mucho. Pero creo que estoy aprendiendo de a poquito a dejar de hacerme mala sangre, a empezar a ver con otros ojos al mundo, a abrirme cuando tengo que hacerlo, y a aprender a no confiar tanto. Pero, si que me enoja cuando por el contrario decido dar todo de mí, y no recibo lo que quiero eh. Ay dios, eso sí que me enoja y mucho.
Pero jamás podría hablar de mí, así que por el contrario les voy a contar una historia, con otros nombres, influenciada por cosas que obviamente me pasaron, pero nunca contando mi postura, o tal vez si, lo desconozco.
Vuelvo a repetir, hoy vuelvo a estar enojada. Y mucho.
Y hoy más que nunca siento que el problema y su causal siempre va a ser el mismo, no puedo entender a la gente, no me gustan sus conductas, a veces si a veces no, lindo feo, bueno malo, unas veces todo bien, otras veces todo mal, que se yo, no entiendo. Y me enoja, me enoja mucho. Pero creo que estoy aprendiendo de a poquito a dejar de hacerme mala sangre, a empezar a ver con otros ojos al mundo, a abrirme cuando tengo que hacerlo, y a aprender a no confiar tanto. Pero, si que me enoja cuando por el contrario decido dar todo de mí, y no recibo lo que quiero eh. Ay dios, eso sí que me enoja y mucho.
Pero jamás podría hablar de mí, así que por el contrario les voy a contar una historia, con otros nombres, influenciada por cosas que obviamente me pasaron, pero nunca contando mi postura, o tal vez si, lo desconozco.
Vuelvo a repetir, hoy vuelvo a estar enojada. Y mucho.
miércoles, 27 de mayo de 2015
pensamientos inestables
Hoy tengo una sensación rara.
No sé si será por nostalgia, o qué, pero es rara...
No sé si estoy y soy feliz, eso pasa. Acabo de sufrir una reconciliación con una persona muy importante, y no sé si hicimos bien. Creo que estoy siendo muy demostrativa, inclusive más de lo que debería, ¿puede ser eso un error? No lo creo, pero sin embargo al observar que la otra persona no te corresponde de la misma manera uno mismo siente rechazo, por sí mismo, se siente estúpido. Y eso me está pasando, no sé si estaré haciendo bien, si soy chica, si espero mucho de los demás, si quiero que todos piensen como yo, que sean como yo, si tengo un sentimiento, una intuición de manejar los caminos de los demás. No lo Sé. Pero me siento muy desorientada, veo y siento y sufro lo que sufren los demás, me pongo en sus zapatos, los observo, los escucho, y quiero poder garantizarles su felicidad y su solución estando 100% segura que a mí esas cosas no me pasarían y que en tal caso sabría como manejarlo. Bueno, ¿saben qué? Estoy equivocada. Tal vez tenga el manejo de esas situaciones, sin embargo se me presentan otras las cuales me desorientan por completo, como me siento ahora.
Quiero encontrar la respuesta en la música y sigue siendo subjetiva al punto de vista con el que la escuche. Es realmente difícil, cuando algo se me va de las manos, cuando no sé como seguir, no sé que sentir, me desoriento, se me desborda la situación y me enoja mucho. Necesito tener un control, si no puedo tenerlo en determinadas situaciones, si lo necesito conmigo, necesito poder controlarme a mí misma, y que cuando tenga que exponer mis pensamientos, lo haga desde la más profunda razón y verdad. Sin embargo esa verdas tambalea todos los días. ¿será la época? ¿será mi edad?
Isabella por eso te amo tanto. Por ser la única certeza que tengo en la vida y en mi corazón. Sos lo único real, lo único suficiente, lo permanente en mi vida y en mi alma. Te amo te quiero para siempre hermana.
No sé si será por nostalgia, o qué, pero es rara...
No sé si estoy y soy feliz, eso pasa. Acabo de sufrir una reconciliación con una persona muy importante, y no sé si hicimos bien. Creo que estoy siendo muy demostrativa, inclusive más de lo que debería, ¿puede ser eso un error? No lo creo, pero sin embargo al observar que la otra persona no te corresponde de la misma manera uno mismo siente rechazo, por sí mismo, se siente estúpido. Y eso me está pasando, no sé si estaré haciendo bien, si soy chica, si espero mucho de los demás, si quiero que todos piensen como yo, que sean como yo, si tengo un sentimiento, una intuición de manejar los caminos de los demás. No lo Sé. Pero me siento muy desorientada, veo y siento y sufro lo que sufren los demás, me pongo en sus zapatos, los observo, los escucho, y quiero poder garantizarles su felicidad y su solución estando 100% segura que a mí esas cosas no me pasarían y que en tal caso sabría como manejarlo. Bueno, ¿saben qué? Estoy equivocada. Tal vez tenga el manejo de esas situaciones, sin embargo se me presentan otras las cuales me desorientan por completo, como me siento ahora.
Quiero encontrar la respuesta en la música y sigue siendo subjetiva al punto de vista con el que la escuche. Es realmente difícil, cuando algo se me va de las manos, cuando no sé como seguir, no sé que sentir, me desoriento, se me desborda la situación y me enoja mucho. Necesito tener un control, si no puedo tenerlo en determinadas situaciones, si lo necesito conmigo, necesito poder controlarme a mí misma, y que cuando tenga que exponer mis pensamientos, lo haga desde la más profunda razón y verdad. Sin embargo esa verdas tambalea todos los días. ¿será la época? ¿será mi edad?
Isabella por eso te amo tanto. Por ser la única certeza que tengo en la vida y en mi corazón. Sos lo único real, lo único suficiente, lo permanente en mi vida y en mi alma. Te amo te quiero para siempre hermana.
martes, 17 de marzo de 2015
y nada, te amo
Y porque hay tantas cosas que jamás te laa podría decir directamente es la razón por la cual hoy encuentro este espacio para hablarte.
"Y nada, te amo"
No te das una idea lo feliz que me hace tu transparencia, tu sinceridad, tu honestidad, me gusta tanto al punto de dolerme pero aun así prefiero esa clase de dolor a tener que lidiar con mentiras.
"Y nada, te amo"
y hoy mi amor, hoy aprendí que la fortaleza que demostras no es nada más que un caparazón y que necesité romperlo para encontrarme con vos y poder abrazarte.
"Y nada, te amo"
Hoy te conté que mi hermana Isabella era la única certeza que tenía en este mundo, y te explique como veo la realidad y como todo eso queda chico al lado de mi hermana. Y que por esa razón, ella era mi única certeza, en lo único que creo, lo único que se que es real, lo único que no miente...y entonces también te comenté que vos para mi también eras algo, y entonces fue en ese momento cuando te adjudiqué el término "mi única apuesta" y te expliqué como hoy solamente apuesto por vos, y porque me di cuenta que vales la pena que pongo todas mis fichas en vos, y que aún con ojos cerrados, lo seguiría haciendo.
"Y nada, te amo"
Tu experiencia es única, me das una confianza que jamás sentí y quiero permanecer con ese sentimiento por mucho más, porque se y estoy segura que jamás jugarias conmigo y jamás conocí ese sentimiento, y con vos lo estoy viviendo, y ay dios...es tremendo. Sos enorme.
"Y nada, te amo"
Gracias por permitirme vivir esto con vos, por permitirme dudar juntos, por amarnos por golpearnos por gastarnos por abrazarnos, por vos.
"Y nada, te amo"
No sabes todo lo que me estás enseñando, mi amor. Te quiero tanto tanto y por primera vez, quiero con el corazón y con la cabeza.
Me haces bien.
Y NADA, TE AMO.
"Y nada, te amo"
No te das una idea lo feliz que me hace tu transparencia, tu sinceridad, tu honestidad, me gusta tanto al punto de dolerme pero aun así prefiero esa clase de dolor a tener que lidiar con mentiras.
"Y nada, te amo"
y hoy mi amor, hoy aprendí que la fortaleza que demostras no es nada más que un caparazón y que necesité romperlo para encontrarme con vos y poder abrazarte.
"Y nada, te amo"
Hoy te conté que mi hermana Isabella era la única certeza que tenía en este mundo, y te explique como veo la realidad y como todo eso queda chico al lado de mi hermana. Y que por esa razón, ella era mi única certeza, en lo único que creo, lo único que se que es real, lo único que no miente...y entonces también te comenté que vos para mi también eras algo, y entonces fue en ese momento cuando te adjudiqué el término "mi única apuesta" y te expliqué como hoy solamente apuesto por vos, y porque me di cuenta que vales la pena que pongo todas mis fichas en vos, y que aún con ojos cerrados, lo seguiría haciendo.
"Y nada, te amo"
Tu experiencia es única, me das una confianza que jamás sentí y quiero permanecer con ese sentimiento por mucho más, porque se y estoy segura que jamás jugarias conmigo y jamás conocí ese sentimiento, y con vos lo estoy viviendo, y ay dios...es tremendo. Sos enorme.
"Y nada, te amo"
Gracias por permitirme vivir esto con vos, por permitirme dudar juntos, por amarnos por golpearnos por gastarnos por abrazarnos, por vos.
"Y nada, te amo"
No sabes todo lo que me estás enseñando, mi amor. Te quiero tanto tanto y por primera vez, quiero con el corazón y con la cabeza.
Me haces bien.
Y NADA, TE AMO.
martes, 13 de enero de 2015
cambio de roles
y veni acá porque hay tantas cosas que no puedo decir,te.
y esas tantas cosas son las que se me mueven en el alma y hoy respiro entrecortado con ese nudo que me dejas todos los días.
no puedo no decirte
y no puedo lastimarte
me encantaría que fueras diferente, que no hayas dicho todas esas cosas, que..no sé, que mi quisieras bien
porque te quiero
en realidad si te quiero, te quiero no sé como ni tampoco se por qué, pero sé que lo hago, y que eso también duele.
te quiero pero ya es tarde para que me quieras, porque se con mucha certeza que otra persona me puede querer mejor que vos, no como quisiera, pero sí mejor...pero sin embargo, no puedo dejarte ir.
Ya pasé por esto, te juro que ya pasé, y costó y aún cuesta, dejar ir a las personas, pero más que dejarlas ir, cuesta verlas ir con alguien más, lejos tuyo, sabiendo que todo el complemento de esa personas te pertenecía, y ambos se pertenecían.
me equivoqué con vos, no lo dudo, me equivoqué y lastimé a muchas personas por vos, y ahora todo es al revés, y no me despegué de vos cuando debí hacerlo, y no está en mis planes, ahora mi corazón así lo dicte.
¿Cómo dejarte ir? ¿Cómo?
cómo no extrañar la rutina que tengo con vos, como no extrañar tu compañía, virtual o no, cómo no extrañarte, por favor, decime como no hacerlo.
me cansé de extrañar, de derramar lágrimas y recuerdos por extrañar a alguien, me cansé, no lo quiero hacer este año.
no puedo confiar en vos, ni aunque quisiera, porque perdí la superficial confianza que tenía hace ya mucho tiempo...pero entonces en qué se basa todo esto.
El dolor es necesario, lo sé.
aunque no me desespera, me asusta, sé que puede ser más complicado de lo que parece, y aunque hoy tenga la cabeza ocupada en otra cosa, esa 'otra cosa' no es tan fiable después de todo, y en definitiva, siempre voy a terminar extrañándote.
es la segunda vez que vengo a escribirte.
la primera fue cuando te despediste de mí, y todo pareció tan irreal, que luego volviste, y bueno, la historia se repite.
y ahora, vengo yo a despedirme de vos, a pensar en cómo hacerlo, en cómo no lastimarte, en cómo no lastimarme a mí, y sobre todo, en cómo y de qué manera esto dolerá menos.
Vos deberás entender, y lo deberás sospechar, y ambos lo sabemos, y sin embargo esto no termina, y no termina más, y yo te sigo perteneciendo y cómo es posible después de tantas veces que destapé mis lágrimas, por vos.
Hoy quiero estar bien. hoy escucho una canción y me acuerdo de vos, y te quiero, con mi mayor confianza, se que te quiero, aunque se que el quererte es similar perderme a mí misma.
me das la eterna sensación de inseguridad, y de inestabilidad, pero, al parecer, eso me gusta.
te quiero por vos, y no por mí
y esas tantas cosas son las que se me mueven en el alma y hoy respiro entrecortado con ese nudo que me dejas todos los días.
no puedo no decirte
y no puedo lastimarte
me encantaría que fueras diferente, que no hayas dicho todas esas cosas, que..no sé, que mi quisieras bien
porque te quiero
en realidad si te quiero, te quiero no sé como ni tampoco se por qué, pero sé que lo hago, y que eso también duele.
te quiero pero ya es tarde para que me quieras, porque se con mucha certeza que otra persona me puede querer mejor que vos, no como quisiera, pero sí mejor...pero sin embargo, no puedo dejarte ir.
Ya pasé por esto, te juro que ya pasé, y costó y aún cuesta, dejar ir a las personas, pero más que dejarlas ir, cuesta verlas ir con alguien más, lejos tuyo, sabiendo que todo el complemento de esa personas te pertenecía, y ambos se pertenecían.
me equivoqué con vos, no lo dudo, me equivoqué y lastimé a muchas personas por vos, y ahora todo es al revés, y no me despegué de vos cuando debí hacerlo, y no está en mis planes, ahora mi corazón así lo dicte.
¿Cómo dejarte ir? ¿Cómo?
cómo no extrañar la rutina que tengo con vos, como no extrañar tu compañía, virtual o no, cómo no extrañarte, por favor, decime como no hacerlo.
me cansé de extrañar, de derramar lágrimas y recuerdos por extrañar a alguien, me cansé, no lo quiero hacer este año.
no puedo confiar en vos, ni aunque quisiera, porque perdí la superficial confianza que tenía hace ya mucho tiempo...pero entonces en qué se basa todo esto.
El dolor es necesario, lo sé.
aunque no me desespera, me asusta, sé que puede ser más complicado de lo que parece, y aunque hoy tenga la cabeza ocupada en otra cosa, esa 'otra cosa' no es tan fiable después de todo, y en definitiva, siempre voy a terminar extrañándote.
es la segunda vez que vengo a escribirte.
la primera fue cuando te despediste de mí, y todo pareció tan irreal, que luego volviste, y bueno, la historia se repite.
y ahora, vengo yo a despedirme de vos, a pensar en cómo hacerlo, en cómo no lastimarte, en cómo no lastimarme a mí, y sobre todo, en cómo y de qué manera esto dolerá menos.
Vos deberás entender, y lo deberás sospechar, y ambos lo sabemos, y sin embargo esto no termina, y no termina más, y yo te sigo perteneciendo y cómo es posible después de tantas veces que destapé mis lágrimas, por vos.
Hoy quiero estar bien. hoy escucho una canción y me acuerdo de vos, y te quiero, con mi mayor confianza, se que te quiero, aunque se que el quererte es similar perderme a mí misma.
me das la eterna sensación de inseguridad, y de inestabilidad, pero, al parecer, eso me gusta.
te quiero por vos, y no por mí
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