El sol quiere salir, quiere mostrarle al mundo cuan poderoso es, cuanto color le da a la vida y cuento lo necesitamos...La satisfacción de un brillo diferente. La gracia de sentir los parpados cerrarse ante su presencia. El estilo que le da al día.
Un día soleado, maravilloso, un día con luz, un día con amor, un día molesto, un único día, es simplemente un día con sol. Con el redondel que observamos diariamente, que tanto gusto nos da verlo. "¡Cuanto te necesite! tenía mucho frío y las nubes me molestaban"
Como viene el sol, también viene la sombra, esa que nos opaca, nos muestra, nos tapa y nos calma. Nos muestra que no estamos solos, que somos únicos, que brillamos y gracias a este fenómeno natural también nos muestra nuestro propio reflejo...nuestra propia sombra.
Un día de INVIERNO con sol y sombra. Es el frío y el calor. Gracias sol, gracias luz, por mostrarnos nuestra dolorosa realidad, gracias por ser nuestro espejo, por mas veces que queramos romperlo, ESTÁ.
Por eso, para ver el sol, primero hay que soportar la tormenta, sabiendo que esa luz...este resplandor, viene acompañado por una sombra...
Lo mejor, cerrar los ojos, y dejar que todo fluya.
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