Bueno si, volves con las ganas de escribir, de expresarte, de contar y de quizás transmitir un poco de lo que tenes: buena vibra.
Antes de empezar la entrada leía lo último que había escrito, y me da gracia, porque me conozco tanto, me conozco y bueno, paso.
Son esas cosas que tenes que contar, por las cuales tenes que vivir y sonreír, cosas que no se pueden escribir, que tal vez se presientan y que muy pocos notan, pero son cosas buenas, al fin y al cabo.
Me preguntas, qué...
Y, no sé, ¿viste? te describiría todos mis sentimientos, emociones y reacciones en una simple oración, pero se vuelve un poco más complicado si veo todo tan claro como lo hago. Entonces prefiero fingir un poquito más, convencerme a mí misma que sigo sin tener una mínima idea de lo que me pasa. Aunque la respuesta este en la palma de la mano, en mis ojos, en mis palabras, y sea tan clara como el agua. Listo, ¿cuánto más me puedo mentir? No siento nada que no sepa. El problema esta en transmitirlo, en recordarlo, en acariciarlo y en simplemente sentirlo...si fuera tan sencillo, todas estas palabras escritas se transformarían en pequeños relatos orales. Y bueno, que se yo. Tal vez todo no se pueda.
La cosa, es eso que se produce en tu cabeza y suena en tu estómago...esa gotita de amor.
